martes, 9 de febrero de 2021

UN CONSEJO, HASTA DE UN CONEJO...

 PARA SEGUIR CUIDÁNDONOS

La pandemia no pasa y aunque ayer llegaron las vacunas, el lote es todavía insuficiente para vacunar a la población, dado que las 300,000 dosis recibidas servirán para inmunizar al personal de salud a nivel nacional. Luego seguirán las fuerzas armadas y policiales, los adultos mayores y así, sucesivamente.

Hasta mientras, compartimos estas recomendaciones.

 

 Hola,
Queremos que te cuides, por eso te compartimos tips de prevención contra el COVID-19.


Si debes salir, evita aglomeraciones y mantén una distancia de 2 metros con otras personas.

Lávate las manos con jabón y frótatelas enérgicamente durante aproximadamente 20 segundos.


Cuando regreses a casa intenta no tocar nada, cámbiate de ropa y desinfecta los objetos que traigas de la calle.

Recuerda no tocarte la nariz, ojos o boca y siempre ten puesta tu mascarilla.

Usa siempre tu alcohol en gel, y si debes salir a comprar, evita tocar objetos y superficies.

Si toses, tápate con el antebrazo.






En caso de presentar algún síntoma comunícate con tu médico lo antes posible. Además por tu seguridad, no olvides cumplir con las restricciones del gobierno.


Imágenes y textos tomados de: <rimac@info.rimac.com.pe


lunes, 25 de enero de 2021

SATÍRICOS PERUANOS CASI OLVIDADOS


JOSÉ JOAQUÍN LARRIVA

Al inicio de la República la primera figura que destaca es José Joaquín Larriva (1780-1832), a consecuencia de padecer reumatismo fue apodado como "el cojo Larriva". Se le considera precursor del costumbrismo literario peruano y es conocida la polémica literaria que sostuvo con Felipe Pardo y Aliaga.

Es famosa su décima en la cual exterioriza el descontento peruano por la prórroga de la dictadura de Simón Bolívar:

¡Cuando de España las trabas
En Ayacucho rompimos,
Otra cosa más no hicimos, 
¡Que cambiar mocos por babas! 
Nuestras provincias esclavas
Quedaron de otra nación
Mudamos de condición, 
Pero solo fue pasando 
Del poder de don Fernando 
Al poder de don Simón...

                                                                         (Tomado de Satíricos y costumbristas, p. 15)

Menos conocido pero también interesante es este otro poema titulado El lobo y el cordero:

Se refiere que antaño
un lobazo tamaño
y un cordero tan tierno,
que aún no pensaba en apuntarle el cuerno,
cierta mañana fuerte del estío,
llegaron a apagar su sed ardiente
en los frescores de la misma fuente;
aunque algunos opinan que fue río,
y no falta quien diga que charcazo;
pero todo es lo mismo para el caso.

Pues señor, como digo de mi cuento,
el lobo que de sangre más sediento
mil veces más estaba que de agua,
y que apagar resuelve la gran fragua
de su vientre con ese corderito,
con la cabeza gacha,
le mira de hito en hito,
jurándole de echarle a la capacha:
y los pies al tunante
le comen por correr a echarle el guante.

Pero como el más ruin, el más malvado,
avergonzándose de parecerlo,
para que, tal cual es, no puedan verlo,
se presenta por siempre disfrazado;
y a su acción más infame y la más fea
de la justicia con el traje arrea,
¿qué hace nuestro hábil lobo
en astucias tan diestro
cual la más vieja zorra,
y ya por experiencia padre maestro
en el carnericidio y en el robo?

Su lid empieza por buscar camorra
para dar colorido al atentado
que ejecutar pretende;
y poder, sin escándalo en el prado
del sencillo rebaño
y de tanto animal que no le entiende 
la maña y el engaño,
proceder hostilmente
contra un inerme, mísero inocente
que no había cometido más delito,
no había delinquido en otra cosa
más que en nacer con carne muy sabrosa,
capaz de provocar el apetito
del animal hambriento
que, de llenar la panza en siendo cuento,
no se para en pelillos:
se abalanza a los tiernos corderillos,
los persigue, los pilla y les da muerte,
sin tener más razón que ser más fuerte.
¡Dicho y hecho! Se finge muy sañudo:
y la voz dirigiendo a mi lanudo:
¿por qué? le dice en tono altisonante,
me enturbias el agua de que estoy bebiendo?
¡Enturbierte yo el agua! No lo entiendo,
responde el corderillo cabizbajo;
pues, estando yo abajo
y tú arriba del río,
el agua corre de tu labio al mío.

La razón era fuerte;
pero ¿valióle? Nada;
porque estaba su muerte
irrevocablemente decretada.

Convencióse el rapaz: pero al instante,
otro pretexto busca el muy tunante,
(ilegible)...hacer criminal al corderillo;
(ilegible)...el asunto era
..por fas o por nefas él muriera.
Porque su gorda carne ¡ay picardía!
Cebara su voraz glotonería.

Sí, que ahora seis meses, dijo el pillo,
tú, contra mí, insolente,
echaste pestes por aquesa boca.
Mi edad aún es muy poca,
responde, muy cuitado, el inocente.
Yo ahora seis meses nacido no había.
Tu padre, entonces, fue, por vida mía,
dijo el lobo por fin en tono horrendo:
y diciendo y haciendo,
sobre el cordero mísero se lanza,
sin que le pueda hacer ninguna mella,
la justicia y razón con que le arguye.
Corre tras él; le atrapa, le desuella,
le muerde, le golpea, le despanza,
le mata, le destroza y se le engulle.
Hablan los versos estos
con la perversa gente
que mentidos pretextos
buscan para oprimir al inocente.

                                                                             (Tomado de Satíricos y costumbristas, pp. 16 al18)

JUAN DE ARONA (PEDRO PAZ SOLDÁN Y UNÁNUE)

Hijo de Pedro Paz Soldán y de Francisca Unanue, fue nieto del prócer Hipólito Unanue, Pedro Manuel Nicolás Paz Soldán y Unanue nació el 29 de mayo de 1839. Fue poeta, literato y periodista peruano y fundador de la lexicografía peruana con su Diccionario de peruanismos. También fue diplomático e historiador, así como traductor de Virgilio y Lucrecio y profesor de literatura y de griego en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

El seudónimo de Juan de Arona lo tomó del nombre de la hacienda azucarera que heredó de su abuelo materno Hipólito Unanue, San Juan de Arona, en el valle de Cañete.

Sus primeros estudios los realizó en un colegio selecto, el convictorio carolino,  pero las convulsiones políticas de aquellos años hicieron que la familia se trasladase a Cañete, donde permaneció hasta que a los 18 años residió un año entero en la ciudad de Valparaíso, para embarcarse, en abril de 1859, para Europa. En España tuvo su primer contacto con la Real Academia Española.

Luego viajó a Francia e Italia, desde donde partió hacia Egipto, para visitar Alejandría y El Cairo, y luego Damasco y Estambul hasta regresar pasando por Grecia a Italia y Francia,. Regresó nuevamente al Perú a inicios de 1863, año en que publica en París, su primer libro de poemas: “Ruinas”.

En 1860, en Londres, comenzó a concebir su obra más lograda y representativa: Diccionario de peruanismos, excelente aporte lexicográfico. “Entiendo por término peruano o peruanismo no sólo aquellas voces que realmente lo son, por ser derivadas del quechua o corrompidas del español, o inventadas por los criollos con el auxilio de la lengua castellana, sino también aquellas que, aunque muy castizas, aluden a objetos o costumbres tan generales entre nosotros y tan poco comunes en España que nos las podemos apropiar y llamarlas peruanismos como si no estuvieran en el Diccionario de la Academia Española”, señala Arona en el sus Cuadros y episodios peruanos. El libro, sin embargo, recién se publicó en 1882.

Pedro Paz Soldán y Unanue falleció el 5 de enero de 1895.

Bibliografía

• Ruinas. Paris, 1863.
• Cuadros y episodios peruanos. Lima, Imprenta de M. Noriega, 1867.
• El intrigante castigado. Comedia de costumbres. Original y en verso, escrita en dos actos, Lima, 1867.
• Los Médanos. Poema pentasílabo. Lima, 1869. Segunda edición en 1883.
• Más, menos, y ni más ni menos. Juguete cómico en un acto y en verso. Lima, 1970.
• La Matrona de Éfeso. Lima, 1872.
• Los Rotonautas. Lima, 1880.
• Páginas diplomáticas del Perú. Lima, 1891. Edición y selección de Estuardo Núñez. Lima, Academia Diplomática del Perú, 1968.
• Diccionario de peruanismos. Buenos Aires, 1882 – Lima, 1883. Edición de Estuardo Núñez, Lima, Peisa, 1974 (facsímil de la edición de Ventura García Calderón de 1937).
• Vivir es defenderse. Dificultades de Basilio a través de la vida limeña y Diario de un pensador. Lima, 1884.
• Sonetos y chispazos. Lima, 1885.
• La inmigración en el Perú (1891), Academia Diplomática del Perú, Lima, 1971.
• Memorias de un viajero peruano: apuntes y recuerdos de Europa y Oriente (1859-1863). Lima: Biblioteca Nacional del Perú, 1971.
• Poesías completas. Edición de Estuardo Núñez. Lima, Academia Peruana de la Lengua, 1976.

ALGUNOS POEMAS ESCOGIDOS

CÁMBIESELE EL NOMBRE

¿Qué vieja es esa, Dios santo,
más rugosa que una guinda?
-Es la famosa Celinda
que de joven gustó tanto.
Pues hoy ni gusta ni es linda
y hasta es motivo de espanto.

-Es que está en la edad adusta
en que todo encanto acaba.
Pues si no es linda y asusta, 
lo que ayer gusto nos daba,
su propio nombre es Gustava,
por gustaba y no gusta.
                                                                                
                                                                                        Tomado de Sonetos y chispazos.

VICISITUDES

Ayer preso, hoy carcelero, 
¡pasó a otra mano el pandero!
Royéndose ayer los codos
hoy humos y malos modos.
Mendigando ayer saludos,
hoy esquivos y ceñudos.
Ayer metido en un cuerno
hoy en coche del Gobierno.
Ayer con pata descalza,
hoy con sus bonos en alza.
Pedía ayer indigente, 
hoy paga munificiente.
Ayer roto y badulaque,
hoy Su Excelencia y con fraque.
¡Oh vicisitudes diarias!
¡Oh, ir y venir de parias!
Ayer se nos Regenera,
hoy se nos da Nueva Era.
Y en el fondo y en compendio
todo infamia y vilipendio.
¿Y ese infeliz taciturno
a quien nunca llega el turno?
En ese no piensas tú,
patriota de Belcebú.
De ese hacen todos tasajo,
¡ése es el pobre Perú,
que está siempre boca abajo!

                                           Tomado de Sonetos y chispazos.