DEL HUAYCO Y OTRAS CALAMIDADES...

LÍBRANOS SEÑOR!!!

El mes pasado la naturaleza se ensañó con la costa norte y central del Perú: Tumbes, Piura, Chiclayo, Trujillo, Huarmey han sido las más golpeadas. Ante las pantallas de televisión hemos visto en vivo, en tiempo real cómo animales, personas, infraestructuras enteras desaparecían tragadas por las aguas. Hemos sido bombardeados por toda clase de noticias. Noticias positivas en medio de la tragedia: gente común y corriente comportándose como héroes, ayudando a sus semejantes, rescatándolos de las aguas embravecidas, de los techos de las casas... Policías y bomberos, pilotos de aviones y helicópteros, soldados del ejército y de la marina. Empresas, colegios, instituciones, familias encabezadas por sus niños de todas partes del Perú, donando ropa, alimentos, medicinas, herramientas...

Pero no todo han sido acciones destacables durante la tragedia. También se vio el lado negativo de la naturaleza humana. Personas inescrupulosas especulando con el agua, con el precio de los alimentos, subiendo los pasajes interprovinciales terrestres y aéreos y también los precios en los mercados. Y los delincuentes, saqueando mercados y centros comerciales, es más; instigando a ello desde las redes sociales, como ocurrió en San Juan de Lurigancho.

¿Qué podemos sacar en conclusión de todo esto?

La primera, no somos un país previsor. No tenemos desarrollada una cultura del riesgo. Construimos donde no debemos, no planificamos suficientemente pensando en lo que puede venir, malgastamos tiempo y recursos. Cuánta de esa agua se pudo desviar y acopiar a algunas represas... Cuántos daños y vidas humanas se pudo salvar construyendo diques, ensanchando cauces de ríos, reforzando las riberas.

Es necesario, como veíamos en clase el año pasado, empezar a ser previsores. El fenómeno del Niño es un evento natural cíclico, siempre ha ocurrido y seguirá sucediendo, así como los cortes de agua con posterioridad a un huayco o también la interrupción del fluido eléctrico por el mismo motivo. eso se sabe desde hace mucho tiempo y no es solo responsabilidad de los gobiernos sino también de los ciudadanos.