PARA MEJORAR EL DESEMPEÑO DOCENTE
Buenos días estimados lectores. Ya que estamos en plan de tertulias, comparto con ustedes este artículo que espero les sea de utilidad.
¿Cómo evaluar nuestro desempeño como docentes?
El directivo docente, bien sea
coordinador, director, rector o supervisor comparte las mismas competencias
básicas y específicas del docente.
Sin embargo, por ser muy particular
su labor, requiere, además, de una competencia especial.
Así, en el campo directivo se puede
nominar la competencia para dirigir los procesos administrativos en función de
los procesos pedagógicos, la cual se define como: Ejercer liderazgo ante la
comunidad educativa para que participe de manera organizada en los momentos de
planeación, ejecución, control y evaluación de los procesos educativos, para
que éstos se desarrollen con eficacia y efectividad.
Desempeño docente Mientras la
competencia es un patrón general de comportamiento, el desempeño es un conjunto
de acciones concretas. El desempeño del docente se entiende como el
cumplimiento de sus funciones; éste se halla determinado por factores asociados
al propio docente, al estudiante y al entorno. Así mismo, el desempeño se
ejerce en diferentes campos o niveles: el contexto socio-cultural, el entorno
institucional, el ambiente de aula y sobre el propio docente, mediante una
acción reflexiva. El desempeño se evalúa para mejorar la calidad educativa y
cualificar la profesión docente. Para esto, la evaluación presenta funciones y
características bien determinadas que se tienen en cuenta en el momento de la
aplicación. De ahí la importancia de definir estándares que sirvan de base para
llevar a cabo el proceso de evaluación.
El desempeño docente es una acción
situada Hemos definido las competencias como saber hacer las cosas y saber
actuar, comprendiendo lo que se hace; asumiendo de manera responsable las
implicaciones y consecuencias de las acciones realizadas y transformando los
contextos en favor de la convivencia humana. Ésta es una visión general; sin
embargo, en campos específicos como la docencia, la competencia se expresa de
manera muy particular: “Una competencia es un set de destrezas, valores y
comportamientos que un profesor ha adquirido y que puede movilizar para
enfrentar una situación en el aula.” (Delannoy, 2001:1). Esta concepción, es
amplia y general; por eso, para Cerda (2003), “las competencias sólo tienen
forma a través Evaluación del desempeño doce del desempeño, porque no es
posible evaluarlas directamente sino por medio de la actuación.” (p.73). Para
el mismo autor, “el desempeño es un término proveniente de la administración de
empresas y particularmente, de la gestión de recursos humanos y los criterios
para selección de personal.”(Cerda, 2000:250).
En el anterior contexto teórico, el
desempeño se concibe como la realización de un conjunto de actividades en
cumplimiento de una profesión u oficio. Así cada profesional se desempeña en
algo, realiza una serie de acciones en cumplimiento de una función social
específica. De este modo, el desempeño docente, es el conjunto de acciones que
un educador realiza para llevar a cabo su función; esto es, el proceso de
formación de los niños y jóvenes a su cargo.
El desempeño docente está determinado
por factores El desempeño docente está determinado por una intrincada red de
relaciones e interrelaciones. En un intento por simplificar esta complejidad,
podrían considerarse tres tipos de factores: los asociados al mismo docente,
los asociados al estudiante, y los asociados al contexto.
Entre los factores asociados al
docente está su formación profesional, sus condiciones de salud, y el grado de
motivación y compromiso con su labor. La formación profesional provee el
conocimiento para abordar el trabajo educativo con claridad, planeación previa,
ejecución organizada y evaluación constante. A mayor calidad de formación,
mejores posibilidades de desempeñarse con eficiencia. Así mismo, entre mejores
sean sus condiciones de salud física y mental, mejores posibilidades tendrá
para ejercer sus funciones. La salud y el bienestar general dependen a su vez,
de las condiciones de vida, de la satisfacción de las necesidades básicas,
incluyendo el afecto. Sin embargo, puede haber excelente formación, muy buena
salud, pero si no se tiene la suficiente motivación por lo que se hace, los
resultados de la gestión serán pobres. La motivación se refuerza con el grado
de compromiso, con la convicción de que la labor educativa es vital para el
desarrollo individual y social. Por ello es muy importante la manifestación
constante de las actitudes que demuestren compromiso con el trabajo como son la
puntualidad, el cumplimiento de la jornada, las excelentes relaciones con los
estudiantes y colegas, la realización de las actividades pedagógicas con
organización, dedicación, concentración y entusiasmo. Estos cuatro factores:
formación, salud, motivación y compromiso se refuerzan de manera mutua y
generan una especie de fuerza unificadora que mantiene al docente en continuo
mejoramiento y en un grado alto de satisfacción.
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